EL 4 DE AGOSTO - VOTA LA BERMELLÓN
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RECUPEREMOS ATE PARA LOS TRABAJADORES
La característica saliente de esta elección nacional de Ate es, sin dudas, el hecho de que la conducción histórica de nuestro sindicato se ha fracturado. La otra novedad es que, como contraparte, centenares de delegados y trabajadores hemos conformado, a nivel nacional, la lista Bermellón opositora que agrupa a todos los sectores que venimos luchando en el gremio contra el trabajo en negro y la miseria salarial.
La división de la conducción, que se terminó de consumar en las elecciones de la CTA, no está asociada a intereses propios de los trabajadores estatales sino al alineamiento de cada fracción con los diferentes bloques patronales, los unos con el gobierno, los otros con diferentes sectores vinculados a la oposición patronal, desde Pino Solanas, pasando por Binner, la UCR y hasta el duhaldismo.
La amenaza de fractura es el resultado de un largo proceso de cooptación de nuestro sindicato que ahora se expresa en la completa parálisis de la directiva que ha visto pasar delante de sus narices la firma de las paritarias salariales, una vez más, muy por detrás de la inflación e incluso del resto de los gremios. Por abajo, sin embargo, allí donde las juntas internas se han plantado, los trabajadores hemos desarrollado las luchas por el salario y el pase a planta y contra la persecución sin ninguna colaboración de la directiva y, en no pocos casos, su boicot abierto.
En oposición a esta división que promueve la actual conducción en sus dos variantes, quienes conformamos la Bermellón venimos practicando la unidad desde abajo a través de las asambleas y plenarios para que seamos los trabajadores los que fortalezcamos nuestro sindicato para la lucha. Para salvar a nuestro sindicato y a nosotros mismos necesitamos una nueva dirección, independiente del gobierno y la oposición patronal que recupere Ate sobre la base de los intereses de sus trabajadores y afiliados.
La característica saliente de esta elección nacional de Ate es, sin dudas, el hecho de que la conducción histórica de nuestro sindicato se ha fracturado. La otra novedad es que, como contraparte, centenares de delegados y trabajadores hemos conformado, a nivel nacional, la lista Bermellón opositora que agrupa a todos los sectores que venimos luchando en el gremio contra el trabajo en negro y la miseria salarial.
La división de la conducción, que se terminó de consumar en las elecciones de la CTA, no está asociada a intereses propios de los trabajadores estatales sino al alineamiento de cada fracción con los diferentes bloques patronales, los unos con el gobierno, los otros con diferentes sectores vinculados a la oposición patronal, desde Pino Solanas, pasando por Binner, la UCR y hasta el duhaldismo.
La amenaza de fractura es el resultado de un largo proceso de cooptación de nuestro sindicato que ahora se expresa en la completa parálisis de la directiva que ha visto pasar delante de sus narices la firma de las paritarias salariales, una vez más, muy por detrás de la inflación e incluso del resto de los gremios. Por abajo, sin embargo, allí donde las juntas internas se han plantado, los trabajadores hemos desarrollado las luchas por el salario y el pase a planta y contra la persecución sin ninguna colaboración de la directiva y, en no pocos casos, su boicot abierto.
En oposición a esta división que promueve la actual conducción en sus dos variantes, quienes conformamos la Bermellón venimos practicando la unidad desde abajo a través de las asambleas y plenarios para que seamos los trabajadores los que fortalezcamos nuestro sindicato para la lucha. Para salvar a nuestro sindicato y a nosotros mismos necesitamos una nueva dirección, independiente del gobierno y la oposición patronal que recupere Ate sobre la base de los intereses de sus trabajadores y afiliados.
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