Más que nunca, que la crisis la paguen los capitalistas
El próximo sábado se cumplirá una nueva jornada de lucha en el marco de la conmemoración del Argentinazo. Pero los condimentos que aporta la crisis capitalista avivan, mas que nunca, la lucha de los trabajadores que se viene desarrollando a lo largo y ancho del país para enfrentar los cientos de miles de despidos y suspensiones, la imposición de extensas jornadas de trabajo, la reducción de salarios y el “réquiem” de las paritarias por parte de las patronales con la absoluta complicidad de las burocracias sindicales de la CGT y la CTA.
En el gremio de los estatales esto se manifiesta con toda crudeza en la política que despliegan tanto el matrimonio presidencial, como Macri en la ciudad, quienes en función de garantizar el pago de la deuda en defól y el salvataje a los capitalistas utilizan como recurso el ajuste de las cuentas públicas, cuyo primer blanco de ataques son el gasto social y el empleo público en un contexto de inflación y carestía crecientes.
De conjunto, se operan desde hace un tiempo cesantías de compañeros de forma aislada, recorte de horas extras y pases compulsivos a contratos de empleo público (en blanco) con reducción del salario de bolsillo. Este cuadro de ajuste se agrava por la manipulación, por parte de los K y Macri, sobre la sentida reivindicación del pase a planta de la totalidad de los compañeros contratados, que en el caso de los trabajadores de la ciudad, cuyo decreto ha sido firmado por las burocracias de SUTECBA y ATE, no solo deja afuera a los contratados en negro y a los pasantes, quienes según las cuentas de los propios sindicatos suman alrededor de 6000 trabajadores, sino que a su vez, y entre otros atropellos, esos pases a planta están supeditados a la evaluaciones por parte del Estado empleador a cada trabajador. La línea de ataque se manifiesta con toda crudeza en el hecho de que tanto estos pases a planta como la ínfima cantidad de vacantes que promete descongelar el Gobierno Nacional tienen costo fiscal cero, ya que no conllevan una recategorización en el escalafón de acuerdo a las funciones desempeñadas y a la antigüedad. En el caso de los estatales nacionales, los múltiples problemas en la implementación del SINEP dejaron de ser un secreto a voces para pasar a la confirmación de su empantanamiento. UPCN omite opinión.
Las medidas de lucha que de manera aislada se producen en el gremio son ninguneadas en unos casos y hasta boicoteadas en otros por las direcciones sindicales que se encuentran cada vez más vinculadas a las trenzas entre variantes patronales. La “paz social” promocionada por los Kirchner es compartida por la oposición parlamentaria, aunque se da el caso de que unos amenazan con gobernar a fuerza de vetos y movilización de piquetruchos y punteros, mientras que otros vociferan que si ello ocurre “vendrán los cacerolazos”. Justo en las vísperas de la jornada de lucha del 20 de diciembre! Quieren, en realidad, que los trabajadores nos bamboleemos en torno de los bloques capitalistas que se disputan el desenlace de esta crisis.
Este sábado, 19 de diciembre, contribuiremos a dar un paso más para que la próxima rebelión popular tenga un programa y una perspectiva clasistas.
Pase a planta permanente de todos los precarizados (contratados y pasantes) bajo el régimen de carrera, con salario acorde a la función y respeto de la antigüedad.
Salario mínimo igual a la canasta familiar. Por el doble aguinaldo y la reapertura de paritarias, con delegados electos por la base.
Prohibición de despidos y suspensiones, reparto de las horas de trabajo
No a la paz social. Fuera la burocracia sindical, por una dirección clasista para los trabajadores estatales para que la crisis la paguen los capitalistas.
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