Tal como anticipáramos en nuestra anterior declaración titulada “Todos a planta y sin engaños”, el acta firmada por Macri y SUTECBA en la se resolvía el pase a planta de contratados bajo los regímenes 948 y 959, estaba minada de indefiniciones y suspicacias. Es decir, que a pesar de soltar una concesión reconociendo la estabilidad de un conjunto de compañeros, Macri creaba las condiciones para ajustar el gasto en personal y reducir la planta de trabajadores del GCBA. Dicho y hecho!
El nuevo episodio se origina cuando mediante la Resolución Nº 2818, el Ejecutivo de la Ciudad establece un “cupo” de 10% de compañeros que no deben pasar las nefastas evaluaciones de desempeño impuestas por las autoridades, “incluido el personal que revista en planta permanente y contratos de empleo público por tiempo determinado”. Aquí se ponen de manifiesto "las factibilidades presupuestarias y las reales necesidades operativas" de las que hablaba aquél acta. Un verdadero embuste.
“Paz social” o plan de lucha
Si bien la cuestión de la estabilidad es una reivindicación sentida por todos los compañeros que desde hace años la venimos reclamando, no todo lo que brilla es oro. La prueba mas palpable es este famoso “cupo” de los evaluadores. Pero en segundo lugar, hay una gran cantidad de compañeros que se encuentran bajo contrato de locación de servicio o pasantes que no se hayan contemplado en el acta del pase a planta.
Por otra parte, el empleado “podrá ser asignado a las reparticiones del gobierno que así lo requieran”, pagando, como ocurre con los trabajadores del Teatro Colón, la estabilidad con traslados arbitrarios y persecutorios.
Es mas, tal como reconoce el propio SUTECBA, el Gobierno excluye del pase a planta a quienes no tengan secundario completo, lo cual dejaría afuera al 30% de los compañeros 948 y 959, justamente los únicos “beneficiarios” del acta!!!
La cláusula quinta del acta sostiene que la incorporación a la planta establece “la consolidación de la remuneración que perciba cada agente al momento de la misma”, lo cual va en línea con las declaraciones del propio Ministro de Hacienda porteño, Néstor Grandinetti, quien pretende "incluirlos por medio de un régimen con escalafón especial para que no se alteren los salarios y no se afecten las cuentas públicas" (La Nación 17/10). Es decir, que por un lado se mantendría el estado de miseria salarial reinante, y por otro, la implementación de un escalafón especial implicaría la pulverización del convenio. De esto también se vanagloria ATE, aunque, claro, sin firmar la mencionada tregua.
Con todos estos condimentos, es que llegamos al colmo de que la “paz social” suscripta por el SUTECBA, fue violada por Macri cuyo Gobierno se encuentra sumido en una crisis política fenomenal: escuchas ilegales con fondos públicos, la vapuleada Metropolitana, etc. Sin embargo, este no duda en nombrar a un apologista de la represión para Ministro de Educación, como lo es Abel Posse, quien en declaraciones embistió contra el derecho de huelga de los maestros. Los representantes sindicales, a la hora de firmar el acta, se deberían haber preguntado por qué el macrismo aplicaría la “paz social” con los municipales si mantiene una línea de ataque en todos los órdenes.
Enfrentemos este nuevo ataque con asambleas de base por lugares de trabajo para imponer un plan de lucha:
- Pase de todos los precarizados (contratados y pasantes) a la planta permanente bajo el régimen de carrera, con salario acorde a la función, respeto de la totalidad de la antigüedad. Salario mínimo igual a la canasta familiar.
- 82% móvil para los jubilados.
- Ningún requisito para el ingreso a la planta para los compañeros contratados.
- Basta de privatización y tercerización de sectores. Ningún despido ni ajuste.
- No a la paz social. Por una nueva dirección para los municipales.
- ¡Fuera Macri!