El jueves 4 de noviembre, luego de más de un mes de intensa deliberación en el conjunto de los cuerpos estables del Teatro Colón, los trabajadores decidieron ir al paro con presencia en los lugares de trabajo.
La medida, que fue tomada luego de treinta días de bicicleteo por parte de las autoridades del Gobierno de la Ciudad, es en reclamo de 40% de aumento salarial. Los funcionarios macristas consideran que la necesidad inmediata de los trabajadores la pueden patear para febrero, con un presupuesto 2011 que no contempla aumento de salarios para la administración pública y que, además, implica un achicamiento del gasto público en todo orden.
Además, la agenda del paro está signada por la exigencia de poner fin a las tercerizadas (boletería, mayordomía y seguridad) y el reclamo del cese de las persecuciones y amenazas de sanciones a los activistas por parte del Directorio del Teatro, compartido entre macristas y kirchneristas.
Las declaraciones del Ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, son las de un provocador profesional. Lombardi hizo una confesión de parte al sostener que "Los sueldos del Colón son mucho más altos que el resto de la Ciudad", revelando así la miseria en la que se encuentra la gran mayoría de los trabajadores municipales, con salarios de bolsillo de 1.700 pesos. El Ministro, antes que nada, debe dar explicaciones acerca del estado de deterioro de las remodelaciones, lo que provocó la suspensión de la temporada del ballet, hecho denunciado por los trabajadores de ese cuerpo artístico.
Párrafo aparte merece la burocracia del Sutecba, cuya dirección boicoteó abiertamente, aunque con nada de éxito, las asambleas de los trabajadores sin ninguna propuesta que destrabe el conflicto. Su actividad no excede el límite de las reuniones a puerta cerrada con los funcionarios del macrismo. El carácter de esta burocracia, asimilada al Estado por la vía de los negocios con el gobierno de Macri, lo revela la implementación del reciente convenio antiobrero para los municipales, el cual impone una quita compulsiva sobre los salarios de los trabajadores para una caja de la burocracia. A pesar de pertenecer a una central "de nuevo tipo", en esa oportunidad la Directiva verde de ATE Capital (Lista 1 de la CTA) avaló el mamarracho de convenio escupido por los funcionarios y el Sutecba, aunque con la oposición de la Lista 3 Frente de Unidad Clasista y la Junta Interna de ATE Colón, que lo rechazó en asamblea. Ahora ATE, por medio de su Secretario General, se limita a aconsejar a los trabajadores en lucha, en lugar de poner todo a disposición de los compañeros y la junta interna para ganar definitivamente.
La gran movilización y deliberación al interior del Teatro condensa en un solo lugar las reivindicaciones que se desarrollan en masa dentro de las dependencias de la Ciudad. La prueba de que se puede ganar es que el macrismo echó lastre al largar para el Colón un medio aguinaldo en blanco y por única vez. Sigue por eso más firme la lucha por el 40%, con actos masivos frente a las puertas del Teatro y grandes asambleas. Ese es el programa que lleva la asamblea de los trabajadores promoviendo a Máximo Parpagnoli como candidato a director obrero para las elecciones que están convocadas para el 25 de diciembre.